Para los que leisteis la primera parte de Una historia sobre "voleybol", os escribo una segunda parte de dicha historia. Una segunda parte que surgió de forma natural e inesperada, puesto que se da justamente 5 minutos despues de que escribiera la primera parte.
Y es que tras salir del aula de ordenadores en la que escribí Una historia sobre "voleybol", veo una cara que me resulta familiar, pero no se porque. Con este individuo iban dos más que a su vez me sonaban. Tras de ellos, el "chino". Me sonaban, porque fueron parte del equipo con el que jugué al voley. Estos a su vez me miran y me saludan como perdonandome la vida. Nos cruzamos, y unos segundos despues, el chino se me acerca por la espalda me tiende la mano como para chocarmela y me dice algo como:
- Hola. Lo siento, espero que no me tengas en cuenta lo de ayer.
Yo dudo un instante, pero me acuerdo de que siempre se tiene que ser cortés. Además, me acuerdo de que hay que jugar al voley con mucho tonto (no quria decir imbecil), acordandome de uno más concreto que la gente del voley en Málaga conoce. ¿Quien?, seguro que lo sabeis. Asi que le tendí mi mano, diciendole que no pasaba nada y que esperaba verle el siguiente miercoles para jugar.
Bueno ahora os pongo unas fotillos de Luxemburgo, para que sigais conociendo un poco esto:
Me he dado cuenta de que no salgo en ninguna. Aqui os dejo una en la que estoy con dos amigas más. Abajo está Dasa (Eslovaca), y mi lado, Elisa (Italia), las cuales ya conocía de mi epoca Erasmus aqui en Lux.
Un beso a todos...
1 comentario:
Hola!!!
La verdad que al final el chino se portó bien, poca gente hubiera pedio perdón y te hubiera dao la mano.
Al menos así volvió el buen rollo, no??
Sigue siendo el jefe! xD
Besillos!
Pd: Mu bonito Lux.
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